Este es un proyecto cancelado que no recibe actualizaciones. No obstante, puedes acceder a su archivo como referencia.

Semana Vista

Empieza por la mitad

Me ha gustado mucho este consejo que he leído en el weblog To-Done: Empieza por la mitad.

Cuando estás comenzando con un proyecto, sea este una novela, el diseño de un sitio web o el desarrollo de un programa, es fácil que te enfrentes a un bloqueo creativo, al famoso síndrome de la hoja en blanco.

Una forma de vencer esta resistencia inicial es empezar el proyecto por la mitad.

En ningún sitio está escrito que la novela se deba comenzar por la página uno, con la presentación de los personajes. Puedes escribir directamente el desenlace o el nudo. ¿Por qué no? Empieza con lo que tengas en la cabeza y trabaja a partir de ahí en ambas direcciones.

Si estás desarrollando un programa de software, olvídate de la presentación, de la toma de datos o de la presentación en pantalla. Comienza directamente por uno de los algoritmos principales que debes desarrollar. El resto ya vendrá luego.

Consejos para trabajar en casa

El teletrabajo está cada día más extendido. Cada vez son más las personas que por necesidad o por elección trabajan desde casa.

En lifehack nos dan 6 consejos para el trabajo en casa:

  1. Crea un espacio de trabajo funcional, con todo lo que necesitas a mano, pero evitando las distracciones innecesarias.
  2. Establece un horario de trabajo, si no caerás en el exceso de horas trabajadas.
  3. Debes ser capaz de automotivarte, ya que no tienes jefes y compañeros que te presionen para trabajar (esto no es un consejo, más bien una realidad).
  4. Mantén una actitud profesional, aunque puedas trabajar con un atuendo informal, no quiere decir que debas contestar el teléfono o los emails de la misma manera.
  5. Contrata un o una asistente para ayudarte con los niños, si los tienes.
  6. No aceptes trabajos voluntarios de familiares y amigos. El hecho de que tengas un horario flexible no significa que te tengas que convertir en el recadero o la niñera de urgencias de nadie.

Parecen buenos consejos.

Compatibilizar vida familiar y vida laboral

Con este ambicioso título es posible que ningún lector quede satisfecho tras leer el contenido. Quiero exponer una sencilla idea acerca del problema de compatibilidad entre vida familiar y laboral que me ha resultado de mucha utilidad, aunque solo incida en los aspectos “internos” del problema.

Usualmente la vida laboral impone una alta carga de trabajo que implica un gran esfuerzo de horario. Es obligado organizar nuestras tareas con largas listas de objetivos o temas pendientes clasificados según su urgencia o importancia … La vida privada no se queda atrás, y no es extraño haber llegado también a hacer esa lista de asuntos sin resolver, deseos, etc. en nuestro ambiente familiar. Lo peor es que nos encontramos en la necesidad de repartir nuestro tiempo y esfuerzo en dos campos muy distintos…

Yo me encontraba en este punto cuando me pregunté: ¿Por qué no dedicar un tiempo de cada domingo a organizar y ordenar una lista de objetivos laboral-familiares en común con mi pareja? Si nos hemos convertido en unos adictos al trabajo, puede que estemos confundiendo nuestras prioridades, o por el contrario puede que problemas “de casa” estén afectando nuestro trabajo: nada mejor que revisar el orden entre todos los afectados.

El planteamiento es sencillo, organizar y priorizar unos objetivos de la semana, donde están incluidos los de la familia, trabajo, etc. ¡de todos los miembros! Yo solo lo he hecho con mi pareja porque mis hijos son muy pequeños, pero creo que a partir de cierta edad puede ser también bueno. En mi caso el buen resultado lo convierte en una experiencia aconsejable para hacer un uso más adecuado del tiempo y del esfuerzo.

Siete sugerencias en informática doméstica.

Hoy en día, los ordenadores son la principal herramienta de trabajo de muchos profesionales. Y de otros muchos, si bien no es la más importante, sí que tiene gran presencia en el día a día. La gran complejidad de algunos sistemas, redes y aplicaciones de software nos lleva a creer que mantener el equipo personal que tenemos en casa es algo igual de complejo, y para tenerlo funcionando sin problemas hay que ser alguien muy capaz, o dedicado profesionalmente a ello. Y no es del todo cierto. Hay gran cantidad de tareas sencillas que podemos realizar en nuestro equipo para mejorar su rendimiento.

1. Cree copias de seguridad. Parece una tontería, pero no lo es. Si guarda periódicamente sus datos fuera del ordenador no tendrá que preocuparse si un día “muere” el disco duro, o si borra por error la carpeta que no era. La mejor herramienta de recuperación de datos es tener una copia exacta al original de la que poder echar mano. Y las tareas de grabación y recuperación son muy sencillas gracias a las grabadoras de CD/DVD.

2. Cree particiones. Ayuda a poner orden en su equipo y ayuda a crear copias de seguridad. Lo recomendable: al menos una partición para el sistema operativo y los programas que instale y otra para guardas los archivos y datos con los que trabaje. No es recomendable crear muchas: se limita el espacio de cada una de ellas creando un gran volumen de espacio muerto no usable e incluso puede reducir la velocidad del ordenador en acceder a esa información (para explicarlo habría que recurrir a términos como tablas de contenidos, unidades físicas, unidades lógicas y demás que complicarían el artículo innecesariamente).
Con una partición para datos y otra para programas se puede reinstalar el sistema operativo sin perder los datos guardados. Y si en alguna ocasión se necesita espacio, sabemos que los archivos en la partición de datos se pueden borrar sin que se altere el funcionamiento de los programas.

3. Cree carpetas. Y carpetas dentro de las carpetas. Mejor que tener todas las fotografías juntas en la misma carpeta es tener subcarpetas para las fotos de las últimas vacaciones, de los amigos, de paisajes, etc. dentro de la carpeta de fotografías. Es más fácil buscar entre diez fotos de misma temática que entre cien fotos desordenadas.
Del mismo modo que antes, no cree demasiadas carpetas. Si cada carpeta tiene dos archivos, perderá bastante tiempo abriendo y cerrando carpetas hasta dar con el archivo que busca.

4. Ponga nombres a todo lo nombrable. Los tiempos de los nombres de ocho.tres caracteres están razonablemente lejos. Ahora se pueden escribir nombres que digan lo que esconde un archivo, en vez de aquellos nombres acertijo de la era del DOS. Es más rápido buscar información leyendo el nombre de un archivo que teniendo que depender de aplicaciones externas como visores de fotografías o herramientas de búsqueda.
Empiece por poner nombre a las particiones del disco duro. Ponga nombres claros a las carpetas y a sus subcarpetas. Ponga nombres claros a los archivos. Mantenemos la filosofía del “no demasiado”: un nombre conciso se lee más rápido que uno más largo, aunque éste sea más preciso. Mejor “Rambla de las flores 2.jpg” que “Rambla de las flores de noche, con señorita de espaldas y ramo de rosas en la mano en primer plano.jpg”.

5. Defragmente el disco duro. En teoría, las particiones con sistema de archivos NTFS (usadas por Windows NT y XP) ya no requieren esa reorganización que es la defragmentación (recomponer archivos fragmentados para que sea más rápida su lectura en el disco duro), pero cuando los archivos en nuestro disco duro están muy dispersos la velocidad de lectura es ligeramente menor. No se pierde nada en pasar la herramienta de vez en cuando, sobre todo si hemos copiado y borrado muchos archivos muchas veces en nuestro disco duro.

6. Antivirus y cortafuegos. Hay quien se dedica a ser molestos o incluso a hacer daño. Virus, publicidad, malware… Aunque nuestro ordenador no sea tan goloso como la base de datos de una multinacional, para nosotros sí es importante, así que hay que protegerlo. La oferta de antivirus es grande, tanto en gratuitos como de pago. Elija el que le recomienden o el que más le guste, pero manténgalo actualizado. Haga una revisión periódica de su equipo y vigile cada nuevo fichero que descargue de la red. El cortafuegos viene ya incluido en los sistemas operativos actuales. Basta con que lo tenga activado y sólo permita que se lo salten aquellos programas que conozca y que use (sistemas de mensajería, programas P2P…) Si no sabe para qué puede necesitar un programa acceso a la red, no se lo conceda.

7. Cree copias de seguridad. En serio, es lo más importante. Si tenemos nuestros datos a salvo y tenemos una copia de seguridad de nuestros programas no importa tanto la velocidad del ordenador o los ataques externos: podremos volver a poner todo en su sitio y seguir trabajando como si nada.

Asesinos de la productividad: Dejarlo para mañana

Uno de los mayores problemas con los que todos nos enfrentamos para poder aumentar nuestra productividad es lo que los ingleses llaman procrastination. En castellano tenemos el verbo equivalente pero desconocido procrastinar que se define como “Diferir, aplazar”.

La procrastinación es la acción de postergar las tareas o situaciones que no nos gustan. Una primera opción ante estas tareas es efectivamente no realizarlas y pasar a otra tarea donde seamos más productivos. Si tenemos la posibilidad de delegar o eliminar dicha tarea, hagámoslo. Pero si la tarea tiene que realizarse, dejarla para más tarde solo conseguirá que aumente nuestro estrés (otro gran asesino de la productividad).

Muchas veces dejamos las cosas para mañana no porque la tarea nos resulte difícil, sino porque como humanos tenemos cierta tendencia a pensar que todo se realizará de forma óptima, que no se presentarán problemas y pensamos que nos sobra tiempo. Contra esto no hay nada mejor que la experiencia, que nos dice que siempre se tarda más de lo previsto.

Otras veces la procrastinación es completa en nuestra vida, hay personas que dejan todo para mañana y ello puede ser un síntoma de problemas psicológicos como depresión o síndrome de déficit de atención. Si creemos que este es nuestro caso, nada mejor que consultar a un especialista.

En general existen varios consejos que podemos seguir para enfrentarnos a esta tendencia o conseguir atajarla cuando por más que lo intentamos no conseguimos hincarle el diente a esa tarea que se nos resiste:

  • Escribe un plan de acción para evitar distraerte.
  • Evita planificar demasiado. Simplemente ponte a hacerlo. La planificación excesiva es una forma de procrastinación.
  • Divide la tarea en pequeñas subtareas y comienza con la primera.
  • No trates de hacerlo todo perfecto. En ocasiones hay que tener como objetivo el progreso en lugar de la perfección.
  • Haz primero la parte más desagradable del trabajo.
  • Modifica tu entorno: Limpia tu espacio de trabajo, evita distracciónes (música, etc).
  • Premia tus progresos.
  • Ponte objetivos realistas. Si no puedes realizar la tarea completa hoy, ponte como objetivo hacer sólo una parte de ella.

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